Roberto J. Martín González Mis Versos Rimados

Poesía Rimada, Métrica y Diversas Estructuras

miércoles, 26 de junio de 2019


El poeta y el rico.
Por las callejas de un pueblo,
donde todos se conocen,
conversaban a las doce
un poeta anochecido
y un señor enriquecido
sobre lo que ambos tenían,
y el señorito decía:
Tengo tierras, tengo casas
y un patio con estatuilla,
y trabajando en la trilla
tengo veinte jornaleros,
tengo todo lo que quiero,
tú sólo tienes tus versos, dime,
¿de qué sirve eso?
Tengo un tractor y una amante,
miles de amigos de balde
y en la mesa del alcalde
tengo un sitio reservado,
soy señor adinerado,
tú sólo tienes tus versos, dime,
¿de qué sirve eso?
¡Jesús! qué barbaridad,
cuantas cosas tiene usted,
yo sólo tengo, ya ve,
en esta pobre cartera
un viejo y dos primaveras,
un ciprés, el sol y el mar,
escondido el verbo amar.
Tengo dos besos guardados,
el sudor de mil labriegos,
tengo los ojos de un ciego
y unas palabras de amor,
metidas en un rincón,
dos lágrimas de una anciana,
ya sé que son cosas vanas.
No tengo nada, ya ve,
comparado con usted.

José María Alonso.
(1977)


 








IMPRESIONANTE LUCHA ENTRE  EL BIEN Y EL MAL.

El vanidoso presume
de lo que es fútil hacienda,
mientras el humilde asume
la riqueza con paciencia.

Guardemos en Arca noble
lo que la vida regala
la verdad es como un roble
la vanidad cosa mala.

Roberto J. Martín.
Junio 2019



domingo, 23 de junio de 2019


ACACIAS

Erguidas las acacias en ribera
de tierra, cual parterres protectores
con ramas espinosas y sus flores,
blancas como de fina loza o cera.

Bajo el tórrido sol en capa fiera,
con su corteza tosca expande  olores,
rehaciéndose la vida sin temores,
ofrece el alimento a quien quisiera.

Llorando su ramaje con las flores
concede dulce miel, al que pudiera
tomar dicho manjar cual surtidores.

De blanco color nácar que naciera
expone su belleza a moradores,
abeja cual manjar apeteciera.

Acacia justiciera.
Embriaga de color el horizonte
de pureza blanca, que adorna el monte.




                                            Roberto J. Martín
                                                            Enero 2019



CRONOS
Sujeto a la indigente irrefrenable
marcha del tiempo, miro desangrado,
como aferrado a Cronos, machacado
por la maquina férrea inescrutable.

Atado y manejado, detestable,
sometido al espacio tiempo expiado
del  “Limbo” de los justos, profanado
con rigor del espectro inacabable.

Rechazar el empuje detestable
que la inercia del tiempo va marcando
incesante en su marcha interminable.

Cronos todo impertérrito, fijando
su codicia completa, inabordable,
asume humanidad lo bien hallando.

 Roberto J. Martín
Diciembre 2018
                                                                                                                       



A MÁLAGA
Málaga, la flor que llegó a mi corazón
de dulce olor a jazmín florido
induce mi camino al rebalaje
para hacer que mis sueños, se hiciesen realidad,
sueños dorados que se tornan azules,
convirtiendo la noche en oscuro lapislázuli
hasta el amanecer, con la esperanza que trae el día.
Málaga belleza infinita, de malvas y azules
de ocaso redundante para despertar la Dama de Noche,
para hacer dulce mi vida,
y comenzar mi partida.


Hecha por:
Sergio Martín  Escusa.
María Isabel Castro Rivera.
Roberto J. Martín González.

Málaga 28 de Diciembre de 2018 a las 20,35 h.

viernes, 4 de enero de 2019

¿PORQUÉ NO?
¡Es épico! 
me dijo
tu aliento

de mármol.
Amplïos
tus ojos
y abrupta 
tu boca,
fecundo
tu útero,
gentil
es tu alma,
que llama
y atiende
a todo
quejido
de noche
en calma.
Admira 
silencios
de hojas
que claman
el llanto
al alba.
Sábanas
que rompen
cualquier
aurora
que en ellas
fracasan.
¡Ama, ama!,
te dice
la Alondra
que guarda,
tu pena
en pecho
de plata.



Roberto J. Martín
Enero 2019



domingo, 23 de septiembre de 2018


A MI PADRE
-Elegia-

Que pronto te llego la retirada…
que innecesaria muerte
te llevó a su guarida,
sufriendo el tiempo útil,
de tu vida,
y luchar contra el escarnio dictador,
épocas decididas por partidas
de gente, que vivía sin honor.
Recordar los momentos pretéritos,
iniciando juventud, más decidida,
que de niño iniciabas con pasión.
En la fragua.
En el yunque, el martillo batía sin temor,
las volutas retorcidas
surgían, como formando halos de nubes.
Los lienzos,
recreaban las extensiones.
Los pinceles,
eran la prolongación de tus dedos
guiados por tu sentir artístico.
La madera sin secretos, creabas formas
de tallas, revueltas con tus gubias.
Acogiste sin mirar vacuos consejeros,
traición prevista,
¡no los viste!.
Los tallos espinosos de las rosas,
los limpiabas  y rehiciste                                                    
con tus desnudas manos,
para embellecer sus pétalos incipientes,
-la vida te trajo muchas amarguras-
y agradecer a la misma sus dádivas.
Tuviste la grandeza más precaria,
te adulaban sin cesar, aquel, tu entorno.
Tu senectud fue pronta,
y pronta tu partida.
¡Ay!  mi vida huérfana de tu protección.
Tu saber, impregnado en mi sangre,
me lleva a revivir tus sentimientos.
¡Oh! Padre, como te recuerdo
día a día, después de tanto tiempo,
que necesarios consejos para vivir
me faltaron,
…pero siempre te recordare
como si hubiese sido ayer el último día,
y, ha pasado toda una vida.

Roberto J. Martín




Madre
«Loperana»

Erguido tallo
quebró en la mañana.
Sucumbiste con todo amor y orgullo.
Madre, me hallo
huérfano a desgana,
recordando en tus recuerdos me arrullo.

Albergo el don de la memoria
por lo cual, te elevo a la Gloria.

Roberto J. Martín
Septiembre 2017