AQUELLA NOCHE
En las noches de sueños, que aún las sienes
golpean,
recordando el momento de lujuria. Vivimos
aquel tiempo que hayamos, y el amor que
pusimos,
son sueños de alborada, ¡amores se recrean!.
Te acariciaba el cuerpo, ¡de amor y desatino!,
de tu nuca a tus pies, tu vello firme y erecto
sin control te excitabas, era el sentir
correcto
en las tranquilas sombras, negras como el endrino.
Tú, más acelerada, dabas paso a tus
besos,
que ejercían tus labios. Sangrantes por el deseo
de acogerse en mis manos tus pechos, que yo poseo.
De juveniles formas, tersos, y ellos conversos.
¡Tu cintura un disloque, cual delgada es
la rosa!.
Como un valle florido recreando la
hermosura,
explosionando amor despacio y con ternura,
me detuve en tus piernas de actitud tan
hermosa.
Tu cuerpo se estremecía, y amando con premura,
halagaba esa flor que vibraba amorosa
por poseer el amor, que en mi es, todo dulzura.
Cuando
llegó el alba, te encontrabas dichosa,
laxados ya los cuerpos, sin la anterior bravura,
y suave de placer volviste a ser deseosa.
©Reservados los derechos de autor
Roberto J. Martín González
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