SOBRE TU SENTIR
Deambulo sumido en mi pesar,
¿dónde voy? vacio de ilusión
he perdido la luz que me guiaba,
en creencias que animaban al amor,
¿dónde está ese rayo impulsor?
que me hacia levantar cada momento
del golpe aplicado sin pudor.
¿Dónde tus flores requeridas?
marchitas en el campo sin pudor
pisadas y arrasadas en el instante
de dar y conceder tú comprensión,
¡¡como es el canto de un jilguero!!
sin tener la flor ni su olor.
Aquel campo fecundo y colorido
que nos animaba el momento,
y de nuevo continuábamos
renovando nuestra unión.
Rechazo la alegría de la vida,
no encuentro ni el camino ni el fervor,
solo veo un páramo desierto
donde impera el frío, y no el calor.
¡dadme esos almendrales floridos!
que me animen a vivir sin condición
y pueda yo entrar sin recelos
hasta el fin del corazón.
¡No veo la belleza en la rosa!
¡no huelo el perfume del jazmín!
¡no encuentro el verdor de la albahaca!,
…pero veo libando al colibrí.
porque a veces, mi marcha deseada
para buscar acomodo mi oración,
puedo encontrarte ilusionada
en el tálamo previsto para amar
que aún, henchido mi
pecho
lleve orgulloso el caminar,
para sentir esa brisa mañanera en mi cara
que me haga otra vez soñar.
Recuerdo tus silencios imprecisos,
que al final tu respuesta… otra pregunta,
y miraba al cielo, contaba las estrellas,
¡faltaba una!
y hacia lo imposible por coger la luna,
pero eso tu no lo entendías.
Oigo el canto del caminar de un río,
¡gritándome, ¿dónde vas?!
termina ya tu andar en la duda,
o quizás un día acabará,
porque ya falta
poco
y seguro que pronto te irás .
Ahora desde el monte, mira el mar,
como en el horizonte
algo se aclarará,
pronto llegará la primavera
y las flores olerán,
con la luz del día, ¡el alba!,
y la luna en su oscuridad
Roberto J. Martín
Febrero 2017
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