MUERTE DE FEDERICO GARCIA LORCA

«19 de Agosto de 1936»

Infausto mes de Agosto, negra muerte,

la codicia y  mentira ,le señala

al hombre ,como el  vulgar penitente.

El día diecinueve en antesala

a la angustiada noche, sigue el alba,

el dolor, de la sangre que ya exhala.

Sudores de tinieblas que encontraba,

viendo a ese pelotón cual fuese rehala,

sus otros compañeros encontraba.

El llanto de la ninfa y musa rala,

estremece  la luz de la mañana

testigos de asesinos, les regala.

Mira  él con desprecio, hora temprana

y pregunta, ¿¡¡por qué calláis  mi alma!!?,

tanto que quise al pueblo y gente llana.

Llora de la impotencia y  él reclama

¡¡Justicia!! por la vida y dignidad,

por el hombre que luchó en la trama.

Sintiendo  por Granada su unidad,

y allegados que deja ya a su suerte

todos con sentimientos de orfandad .

Falla  llora, y su música en su fuerte,

el Arte de Dalí sin su existencia

la escritura del mundo queda inerte.

Solo piensa el gitano y él, silencia,

el teatro “La Barraca” no sé halla,

y pide el pueblo llano,  la clemencia.

Por los tablaos y teatros gente calla,

ha muerto Federico, el joven juncal

que la vida y juventud,  le restalla.

La luna que quisiera en el brocal,

yo me subí al pino… ya delira,

las flores y los brezos del riscal.

Las manolas ya asolan calle  Elvira

a la Alhambra no irán , como  aquel día,

llora su ausencia y junto al Genil  mira.

Hablaría al ciprés que le entendía

de escueta soledad  y la equidad,

invocando al Laurel, que si podía.

A Cienfuegos su amigo y en amistad

le decía del bosque, que el olivo,

lo conocía y amaba con  bondad.

América  dormida, y en el olvido,

recordándolo   está, su amor y deseo

dentro del corazón, de ese amor huido.

No te olvidamos poeta, tu ansia y deseo,

actual  tu obra será, dentro del pueblo,

y así hacer sentir desear el  verseo

ya no es el sacrificio  impune, y tiemblo.

Roberto J. Martín González

«A la memoria del gran Federico García Lorca»