ANDALUCÍA, MI TIERRA.

Quizás soy un mal escritor…  es posible,

tal vez sea un junta letras… ¡¡pero andaluz!!

¡¡y también, soy poeta!!,  comprensible.

De mi tierra tengo Sol y cojo luz,

mi imaginación me da las musas

y de este cielo claro, cojo el azul.

¿Serás el malicioso que me acusas?

ser fiel a los sentidos de mi tierra,

pueblo que su bravura nos excusas.

Ser fiel al insistir en cualquier guerra,

ese sentir en mi alma de ser poeta

me impregno, del orgullo de la sierra.

Con  nobleza y la altivez de un asceta

hace a los hombres nobles más  activos

con sentimiento y espíritu  que reta.

La maldad del cacique impositivo,

desde la sierra o hasta esa ola del mar,

del levante al poniente, que es cautivo.

Curte el viento la cara, de tanto amar

mi tierra, miro fijo el horizonte,

creando siempre poesía que alabar.

Al alba, siento el rocío por los montes,

cual él riega a las flores en su frescor

como gotas que fueran polizontes.

El Sol quiebra la noche en su fiel rencor

para dar a los frutos vida y poder

de acogerse a la tierra  sin el temor.

La vida que mi pecho acoge, a saber

de la naturaleza soy custodio,

de ver en el reparto  que disponer.

Paz y Esperanza sin rencor ni odio

colores de bandera «Arbondaira»

Verde y Alba, Andalucía, el episodio.

Veloz cual la romana nave actuaria,

la primera en el valor y el honor,

fuerza, amor y nobleza solidaria .

La Mar con el sonido y su resplandor,

las olas traen fragancias de otras tierras

a expandir sus colores y esplendor.

El olivar derrama, de la sierra

hasta la mar, tendiendo el verde manto

para el que quiera, tomar esa guerra.

¡¡Andalucía !! Así, con el quebranto,

a este pueblo tan gentil, siempre abierto

a los demás, y ahogando más el llanto.

Orgullosa mi estirpe del concierto

que supone la unidad como hermanos

en tierra tan extensa al descubierto.

¡¡Andalucía  libre!!  Le cantamos,

«Los  Pueblos y la Humanidad», queremos

¡¡pedid tierra y libertad!!, como amamos.

Cumplo ese año preciso, que debemos

mostrar a nuevas proles venideras,

luchar por nuestra tierra, que tenemos.

Roberto J. Martín